ADOLPHE STANISLAS NOUEL COLON:
FUNDADOR DE LA RAMA DE LOS NOUEL
DE VENEZUELA.
ADOLPHE STANISLAS NOUEL COLÓN nació en Santo Domingo, hoy República Dominicana el 8 de junio de 1843. Sus padres fueron: JEAN BAPTISTE ADOLPHE NOUEL GOBERT y MERCED COLÓN RIGAUD.
J.B.ADOLPHE NOUEL GOBERT
Aun cuando en Venezuela viven algunos descendientes de la rama de GUSTAVO NOUEL COLON y CARLOS NOUEL PIERRET (los NOUEL JOUBERT, NOUEL CORDIDO, NOUEL CASADO, NOUEL ALONSO, JIMÉNEZ NOUEL, entre otros), quien se establece por un tiempo en este país y se casa con una venezolana, por más señas, paraguanera de Pueblo Nuevo, es ADOLPHE STANISLAS. Éste, como ya se ha reseñado, estudió enla Sorbona ,
Filosofía y Letras, aunque no está claro si también Farmacia (droguería). Es
posible que fuera también masón, como su padre, su abuelo y sus hermanos GUSTAVE y CHARLES.
J.B.ADOLPHE NOUEL GOBERT
Aun cuando en Venezuela viven algunos descendientes de la rama de GUSTAVO NOUEL COLON y CARLOS NOUEL PIERRET (los NOUEL JOUBERT, NOUEL CORDIDO, NOUEL CASADO, NOUEL ALONSO, JIMÉNEZ NOUEL, entre otros), quien se establece por un tiempo en este país y se casa con una venezolana, por más señas, paraguanera de Pueblo Nuevo, es ADOLPHE STANISLAS. Éste, como ya se ha reseñado, estudió en
Los
años en que debió estudiar en Francia (entre las décadas de 1850 y 1860) junto
a su hermano GUSTAVO, fueron años
muy interesantes y también convulsionados en la historia de ese país. La vida
política y cultural fue explosiva y fascinante. BALZAC, VICTOR HUGO, DUMAS, RODIN fueron, entre otras, figuras
descollantes de la cultura y la literatura de esa época. ADOLPHE STANILAS pudo haberlos conocido; se dice que su admiración
(o amistad?) hacia el escritor VICTOR
HUGO, llevó a ponerle a uno de sus hijos el nombre del gran escritor.
Cuando aún no terminaba la Guerra Federal, contrae matrimonio con NICOLASA DE LA MADRIZ y COSSI el 22
de Mayo de 1863, si damos crédito a la fecha de unos poemas escritos por GUSTAVE NOUEL COLÓN, en Pueblo Nuevo,
Paraguaná, con ocasión del matrimonio. Por esos poemas sabemos los nombres de las hermanas MADRIZ.
Esta pareja tuvo una larga prole (MERCED, ADOLFO, AUGUSTO, ANGEL CESAR, LEONIE, CLEMENCE, FLORENCE, GUSTAVO, MAURICE, ANNE CLAIRE, CARLOS, VÍCTOR HUGO y MAURICE). Además de Coro, vivieron también en Bonaire, en donde la familia tuvo una droguería.
Adolphe S. Nouel Colón y Nicolasa Madriz
Esta pareja tuvo una larga prole (MERCED, ADOLFO, AUGUSTO, ANGEL CESAR, LEONIE, CLEMENCE, FLORENCE, GUSTAVO, MAURICE, ANNE CLAIRE, CARLOS, VÍCTOR HUGO y MAURICE). Además de Coro, vivieron también en Bonaire, en donde la familia tuvo una droguería.

Adolphe S. Nouel Colón y Nicolasa Madriz
Resulta fácil imaginar que en virtud de alguna circunstancia ADOLPHE STANISLAS debió trasladarse de Curazao a las costas falconianas, y allí conoció a quien sería después su esposa. Es probable también que esta última, por alguna razón de peso de carácter familiar (¿política? ¿
El intercambio mercantil a mediados del
siglo XIX entre Paraguaná y las islas holandesas era muy vigoroso. Hacia estas
últimas se exportaban caballos, burros, cabras, ganado vacuno, cueros, y otros
productos agrícolas, aloe (sábila para los venezolanos). Igualmente se
importaban productos de origen holandés (por vía legal y/o contrabando). Aunque por esos años las turbulencias políticas afectaron todas las actividades.
Los NOUEL
vivían y tenían propiedades en Bonaire y Curazao, y no debe extrañar que
participaran en aquel comercio, de lo que se derivaron relaciones de otra
naturaleza, particularmente familiares.
Se
sabe que en Bonaire vivió por varios años el matrimonio NOUEL MADRIZ. Allí
tenían una droguería o farmacia. Sus hijos allí aprendieron varios idiomas con
amigos y profesores (inglés y holandés). Con ADOLPHE y NICOLASA, sus
padres, aprendieron español, francés y alemán. En su libro sobre AUGUSTO NOUEL MADRIZ, JUAN VICENTE NOUEL COUPUT hace referencia de unos profesores que enseñaron matemáticas
e idiomas apellidados MEINHARDT y THANEPO. Debe recordarse, igualmente,
que muchas familias de esas islas
están emparentadas con familias de tierra firme falconiana. Apellidos
falconianos como Curiel, Senior, Maduro,
Beaujon, Joubert, Prince, Henríquez, Wever, Arends, Thielen, Lopez-Fonseca,
Schneider, De Sola, entre otros,
tienen su origen más cercano en tales islas. Por cierto, algunas de estas
familias son hebreas sefardíes, y algunas debieron huir hacia Curazao en 1856, como consecuencia de un movimiento de carácter antisemita que se desarrolló en Coro, cuyo origen fue la negativa de algunos de los comerciantes judíos de otorgar más préstamos a las autoridades de la región, necesitadas de pagar sueldos a los soldados que habían participado en diversas rebeliones. Se habrían negado a tal requerimiento por las deudas anteriores no canceladas. En esta oportunidad, de nuevo los judíos sirvieron de chivo expiatorio ante la incapacidad de los políticos de la época para cumplir con sus obligaciones. Muchas publicaciones atacaban a los judíos acusándolos de ser el origen de los males que se estaban sufriendo. El general Juan Crisóstomo Falcón -dicen los historiadores- se hizo la vista gorda frente al saqueo de algunos comercios, hecho éste que se convirtió en una suerte de primer y único progrom que se conoce en nuestra historia patria.
LOS COSSI Y LOS
DE BRETT: Dos raíces francesas más.
NICOLASA DE LA MADRIZ y COSSI era hija de JOSE JACINTO DE LA MADRIZ ARCAYA , nacido en 1793
en Santa Ana de Coro (hijo de Francisco
Miguel de la Madriz
y de la Colina y MARÍA NICOLASA ARCAYA DE MEDINA) y de ANA MARIA COSSI de BRETT, nacida en 1810 (hija de Don VICENTE COSSÍ AÑEZ y Doña ENCARNACIÓN DE BRETT COSSÍ).
JOSÉ JACINTO fue persona prominente
en Paraguaná y llegó a ser Alcalde de Pueblo Nuevo, y contrajo matrimonio con
ANA MARIA en 1831. NICOLASA tuvo
varios hermanos, entre ellos, el General Eduardo Madriz, que nació en 1832 y
casó en Caracas con Mercedes SEIJAS.
Pueblo paraguanero
JOSE JACINTO entroncaba por vía consanguínea con las familias más importantes y distinguidas de
Por parte de su madre, ANA MARIA COSSI DE BRETT, NICOLASA descendía de colonos franceses
establecidos en Paraguaná que habían contraído matrimonio con indias caquetías
y mestizas principales.
GUILLAUME DE COSSI y TALAMZON, su bisabuelo, nacido en La Rochelle , hijo de Guillaume de COSSI y Jeanne Marie TALAMZOM (según su
testamento de 1777), se casó con JUANA
GARCIA, india principal, descendiente de los gobernadores o caciques
caquetíos. De esta unión, entre otros hijos, nació ROSA MANUELA que casó con AGUSTIN
DE BRETT, también francés, oriundo
de Bretaña o Normandía, hijo a su vez de Agustin de BRETT y Julienne MALVASIN, ambos
franceses. Por cierto, aparece un AGUSTIN
DE BRETT, Coronel de Caballería, quien en el año de 1800 debió acompañar
desde Pueblo Nuevo (Paraguaná) hasta Coro, a un grupo de refugiados franceses
que venían huyendo de Curazao del asalto que ese año hicieron los ingleses a
dicha isla. Este AGUSTIN se apellidaba DE
BRETT COSSI.
GUILLAUME
DE COSSI fundó su familia en el segundo cuarto del
siglo XVIII (Ver “El origen de las familias blancas de Coro”, P. M. ARCAYA).
Los COSSI tenían un modesto fundo en
Tumaruse, cerca de Moruy, "capital" de los indios caquetíos de Paraguaná. Debe recordarse que esta última era una población importante de
indios en la Península, que gozaban de ciertos derechos otorgados por el rey de España.
Según la información conocida, el fundo
tenía casa, corrales y estanque, 18 yeguas y un padrote, veinte vacas de
vientre, algunos novillos y toros, y un
rebaño de 50 cabras. Era una modesta propiedad, comparada con la de cualquier
mantuano criollo.
Vale la pena mencionar aquí la
información relativa a la "cacica" JUANA GARCIA. Según un justificativo de testigos de la época,
concretamente, del año 1799, Don ANTONIO
DE BRETT, por alguna razón,
debía demostrar su ascendencia (de genere et vita). En tal documento se leen algunos datos
interesantes acerca de nuestras raíces caquetías. Allí se recoge que Juana era "india principal de Moruy" e hija de Andrés García y Magdalena
Blanco, "ambos consortes indios de
la primera gerarquía (sic) de su
pueblo por traer su descendencia de los primeros casiques y Governadores (sic) del Pueblo, por cuio (sic) motivo obtubieron (sic) los primeros empleos de honor de su
República sucediéndose en las exempsciones de sus causantes" (Ver libro citado de P.M. ARCAYA MADRIZ)
En los testimonios que dan las personas
llevadas a declarar encontramos expresiones como las siguientes: "dn
Andrés García y Da Magdalena Blanco ambos causantes Indios de la primera
Estirpe de Paraguaná, por descender de los Primeros casiques y Governadores de
su Pueblo, por lo que obtuvieron los primeros empleos de honor en su república
heredandolos sus causantes."
Cabe destacar en este aparte, que Don CAYETANO COSSI AÑEZ peleó en las
filas patriotas en la Guerra
de Independencia y su grado entonces era de Capitán. CAYETANO era tío de ANA
MARIA COSSI BRETT, de quien haremos referencia más adelante.
De manera, pues, que a través de los COSSI
y los De BRETT, tanto los MADRIZ y algunos ARCAYA, como, en
consecuencia, los NOUEL de Venezuela, llevamos sangre de la
"nobleza” caquetía y de inmigrantes- ¿perseguidos? ¿Piratas? ¿aventureros?-
franceses que vinieron a recalar por estas costas.
ANA MARIA COSSI
DE BRETT.
La
madre de nuestra tatarabuela, ANA MARIA
COSSI de BRETT, bisnieta de la cacica caquetía JUANA GARCÍA, hablaba, como era natural en su familia, el francés,
y según el historiador P. M. ARCAYA, su nieto, fue una mujer de muy fuerte carácter.
En tiempos de la Guerra Federal ,
vivía, ya viuda, con sus hijos en su hato "La Muralla ", en PARAGUANÁ. Debió enfrentar, como todos
los hacendados de la península, los atropellos y saqueos de las tropas federalistas que se aprovisionaban de la carne de ganado vacuno y caprino,
cerdos, maíz y otros productos que encontraban a su paso. A quienes se les
oponían, sin más, les "arriaban" el ganado. Sin embargo, nunca estos
grupos de soldados -los macheteros
como los llama ARCAYA- se atrevieron
a entrar a la casa de habitación de ANA
MARÍA para realizar el saqueo acostumbrado.
Eran tiempos difíciles éstos de la revolución federal. El historiador Tomás STRAKA los describe así: "las sementeras arden hasta volverse cenizas, los campesinos dejan el azadón por una lanza, las casas de las haciendas son saqueadas, las muchachas blancas ( y cuando no las hay, las de cualquier color) caen presas de la furia de la revolución liberal. Hay hombres como Martin Espinoza, mitad bandolero y mitad guerrillero, que quema los títulos de propiedad, para que en el futuro no haya desigualdades; hay otros que simplemente atracan a quienes se le atraviesan y vacían las casas que hallan por el camino..." (Biografía de Juan Crisóstomo FALCÓN).
PENINSULA DE PARAGUANÁ
Eran tiempos difíciles éstos de la revolución federal. El historiador Tomás STRAKA los describe así: "las sementeras arden hasta volverse cenizas, los campesinos dejan el azadón por una lanza, las casas de las haciendas son saqueadas, las muchachas blancas ( y cuando no las hay, las de cualquier color) caen presas de la furia de la revolución liberal. Hay hombres como Martin Espinoza, mitad bandolero y mitad guerrillero, que quema los títulos de propiedad, para que en el futuro no haya desigualdades; hay otros que simplemente atracan a quienes se le atraviesan y vacían las casas que hallan por el camino..." (Biografía de Juan Crisóstomo FALCÓN).
PENINSULA DE PARAGUANÁ
Vale la pena traer a colación una pequeña
semblanza de ANA MARIA y una
descripción de los años que vivió
contados por ella misma a su nieto y
que nos ofrece en sus "Memorias", P.M. ARCAYA, quien era primo hermano de ADOLPHE STANISLAS; eran hijos de dos hermanas MADRIZ: MARÍA IGNACIA y NICOLASA.
ARCAYA escribe:
ARCAYA escribe:
"Interesantes
eran los relatos que sobre el particular (la
vida en PARAGUANÁ) me hacía mi abuela materna, doña Ana Cosí
Brett de Madriz, en su hato La Muralla, adonde me mandaban mis padres en alguna
vacante. Allí vivía sola con su criada, después de muerto su marido e idos sus
hijos e hijas. Vigorosa de cuerpo y espíritu, ya octogenaria, no quería
separarse del lugar donde había formado su familia y dirigía los trabajos del
hato, disponía del ordeño de las vacas, la siembra y recolección del maíz.
Sentábase en las tardes a la puerta de la casa del hato. Rezaba lentamente su
rosario y luego me hacía sentar a su lado y me refería las peripecias de su
vida, que debió transcurrir serena y apacible como era su propia condición,
pero que en muchas épocas le fue angustiosa y agitada por las guerras. Ya era
niña consciente para 1821, cuando comenzó la guerra entre realistas y patriotas
en la provincia de Coro, muy encarnizada y sangrienta en Paraguaná. Un tío suyo
era guerrillero patriota de los que más combatieron contra los indios de Moruy,
alzados por el rey. Uno de éstos, ya casi nonagenario para 1885, conocí en
Coro, donde mendigaba, y me refirió un día tremendas escenas de aquella
contienda que llenaron de espanto mi alma infantil; todavía guardaba hondo
rencor contra el tío de mi abuela. Ella me narraba cómo sus padres y todos los
propietarios de Paraguaná perdieron entonces cuanto tenían; ni una vaca, ni una
cabra quedó. Fue menester llevarlas de otras partes para restaurar la cría al
término de tan aniquiladora guerra. Casada con mi abuelo José Jacinto Madriz y
Arcaya, fundó con él el hato donde moraba. Durante la Guerra Federal, cuando en
toda la provincia de Coro y toda la república se guerreaba, Paraguaná
permaneció tranquila. Fueron años de abundantes lluvias. La península era un
jardin. Los ganados se habían multiplicado y sus productos alcanzaban precios
altísimos. Pero el triunfo de la revolución federal en Buchivacoa y el
subsiguiente despacho de tropas revolucionarias a Paraguaná causó la ruina de
esa comarca. El general González, jefe de esas tropas, mandó a sacar todo el
ganado de La Muralla. Los soldados descuartizaban marranos y cabras, y todavía
los troncos se agitaban en las convulsiones de la muerte cuando ya las patas
sin desollar se estaban asando en improvisadas hogueras; cubiertos de harapos,
mugrientos con largos cabellos hirsutos y desgreñados, caras peludas, piel
sucia, descalzos, aquellos hombres formaban la horda primitiva
reaparecida".
A propósito, a comienzos del siglo XXI
¿Nos hemos librado definitivamente y para siempre los venezolanos de esa
conducta de horda primitiva que
llevamos por dentro?
LOS DE LA MADRIZ.
En
la segunda mitad del siglo XVII llegó a Coro el Alférez Real Don MIGUEL LOPEZ DE LA MADRIZ, originario de Calvea, provincia
de Liébana, montañas de Burgos y León. En Paraguaná, desposó a Doña Juana de GAUNA y SALINAS entre los años 1660 y 1670. Uno de sus hijos, Miguel, se casó en 1720 con Doña
Maria Luciana RIVEROS, y tuvieron
dos hijos: Francisco Miguel y Rosa.
FRANCISCO
MIGUEL de la MADRIZ y RIVEROS, a su vez, en 1750 casó con su prima hermana,
Doña JUANA JOSEFA de la COLINA y de la MADRIZ, quien era
hija de Juan de la COLINA y de la MADRIZ
y Doña Antonia de la MADRIZ. Uno de
sus hijos es el ya mencionado FRANCISCO
MIGUEL DE LA MADRIZ Y DE LA COLINA.
En este último enlace se pueden observar los vínculos sanguíneos cruzados.
JUAN de la COLINA
y de la MADRIZ
era nieto del capitán español Don PEDRO
DE LA COLINA y PEREDO,
originario de Burgos, y fundador del apellido COLINA en Venezuela. Éste se casa en Coro con Doña ANA VÉLEZ de GUEVARA. Fue Maestre de
Campo, Alcalde, Administrador de la Real Hacienda , entre otros cargos importantes. DE LA COLINA PEREDO fue quien construyó la casa que se conoce como el Balcón de los ARCAYA, en Coro, bella
construcción símbolo de esa ciudad, la cual fue donada por la familia ARCAYA en los años setenta del siglo XX
para que sirviera de museo. (Antes de ser donada, cuando aún éramos estudiantes
universitarios, tuve la oportunidad de pernoctar allí invitado por uno de los
primos, ÁLVARO MARTINEZ ARCAYA)
EL BALCÓN DE LOS ARCAYA (CORO)
Uno de los hijos de DE LA COLINA PEREDO, PEDRO, quien ostentó los mismos cargos que su padre, fue propietario de grandes latifundios. En su inventario estaban: Acaboa, Macama, Ymujo, y Costa Norte y Yabuquiba en Paraguaná y el valle de Ricoa, San Andrés y San Pedro. Contrajo matrimonio con Doña JUANA MARÍA de
Otro de los hijos, JUAN, quien fue también Alcalde, era uno de los hombres más ricos
de Coro. Su fortuna, como dice P. M. ARCAYA, fue proverbial.
Numerosas fueron sus posesiones, esclavos, miles de cabezas de ganado, y
grandes negocios de cacao tuvo en Veracruz y Cartagena. Murió en 1759. En primeras
nupcias se casó con
Doña ANA DE LA MADRIZ y GAUNA, hija del fundador de la
familia MADRIZ en Coro, del ya
mencionado Alférez Don MIGUEL LOPEZ de
la MADRIZ.
Los MADRIZ,
durante la Guerra de Independencia, en su mayoría, se mantuvieron neutrales. La
mayor parte de las familias mantuanas de Coro, así como los indios y el pueblo
en general, fueron adversarios de la causa independentista. Gran parte de los
parientes de los MADRIZ, es decir, los
ARCAYA, TELLERÍAS y ZARRAGA, entre otros, huyeron de
Venezuela hacia Puerto Rico, Cuba o España (por cierto, el famoso médico, historiador y pensador español, GREGORIO MARAÑÓN, desciende de uno de los ARCAYA que huyó de Venezuela entonces) .
Sin embargo, deben excluirse, porque participaron en el gobierno que se
formó en Coro a favor de la independencia, JOSÉ y CAMILO ARCAYA, que murieron durante la guerra.
Con posterioridad, durante la Revolución Federal
(1859-1864), a pesar de que hasta 1863 no se habían sentido los efectos de la Guerra en tierras de PARAGUANÁ, las propiedades de los MADRIZ fueron saqueadas. Un historiador
falconiano refiere las palabras de uno de nuestros antepasados, SANTIAGO de la MADRIZ ,
"quien serenamente, como un
filósofo de la antigua Grecia, dijo
'Me han arruinado, pero yo continuaré
trabajando y quizá mañana estaré en mejor condición que mis enemigos para
prestarle a ellos mismos algún servicio."
Era un tipo de gente muy especial.
También se conoce la anécdota de la
esposa de este SANTIAGO, que hasta
llegó a enfrentar al general JOSÉ DEL ROSARIO GONZÁLEZ, mencionado más arriba, solicitándole que le devolviera
algunas vacas del ganado que le había "arreado" del hato, para poder
alimentar a sus hijos pequeños, a lo que el general le contestó: "Que se mantengan como los pajaritos del monte", al tiempo que le
señalaba una res inútil: "Ahí les
dejo esa". La orgullosa y digna
mujer con recio carácter le dio la
espalda no sin antes decirle: "No,
señor general, llévesela también, para que complete su obra". Estas
son los desafueros de la Guerra Federal que algunos políticos anacrónicos, en
pleno siglo XXI, han querido exaltar como conducta ejemplar.
Del carácter recio y altivo de estos
antepasados, quizá aún mantenemos la herencia de rechazo a la arbitrariedad y a
la barbarie que representó una revolución que significó, sobre todo, atraso y destrucción para el país. Y pensar
que todavía haya gente por allí, que a estas alturas del siglo XXI, siguen viendo la vida y actúan
igual que aquellas hordas primitivas.
CALLE MADRIZ, PUEBLO NUEVO
DON ESTEBAN DE OYARVIDE Y LOS NOUEL DE VENEZUELA
Debemos
hacer una referencia especial a este personaje, cuyo nombre lleva una avenida en la
ciudad de Punto Fijo (estado FALCÓN), y fue un hombre muy importante en la colonia;
además, es uno de nuestros ancestros directos.
El vasco ESTEBAN de OYARVIDE,
Alférez de Coraza, fue uno de los hacendados más poderosos de PARAGUANÁ en el siglo XVIII. Era natural
de Ormástegui, Guipúzcoa, y arribó a esta región en el año de 1700. De esta
misma familia, el regidor FRANCISCO DE
OYARVIDE fue designado Protector de los Indios Caquetíos de la provincia de
Paraguaná, que era sobrino del primero.
Por los servicios prestados al gobierno
español, le fueron vendidas en 1718, por un precio irrisorio, las tierras de la
"Sabana de El Cardón". Por cien reales obtuvo más de 14.000 hectáreas
de "terrenos yermos y despoblados y
sin ninguna agua respecto a no pararle ni gota aun en el invierno y ser
sumamente estéril". Estas tierras cubrían parte de lo que hoy son las
poblaciones de Punto Fijo y Punta Cardón.
OYARVIDE contrajo nupcias en Mayo de 1708 con María Josefa de ZARDUY ZAVALA. Su única hija, NICOLASA ANA de OYARVIDE ZAVALA se casa en el año de 1725 con Nicolás PEREZ de MEDINA PEREDO. De este matrimonio nace MARÍA JOSEFA PÉREZ DE MEDINA Y OYARVIDE, hija y nieta única, que hereda gran parte de las tierras de su abuelo ESTEBAN.
MARÍA
JOSEFA, rica heredera, se casará con el Alférez
Real vasco IGNACIO LUIS DÍAZ de ARCAYA, fundador de este apellido en Venezuela, quien a bordo de
una nave española militar arribó a El Cardón, PARAGUANÁ, tierra que lo atrajo para luego establecerse en ella,
quizás por haberse enamorado de quien fue después su esposa. Fue este último,
ALCALDE de la ciudad de Coro. Había nacido en Matauco, Vitoria, Provincia de
Álava y provenía de una familia destacada del reino de España, era considerado
“Hijodalgo notorio” por el Rey, y
como tal se “le debían guardar las honras
o preeminencias que le correspondían y que para en su Reino y demás parajes
donde residiere no se le pusiese embarazo en ellas, se le expidiese la competencia
auxiliatoria”. Se estableció con su esposa en el Cardón. En este hato murió
en el año de 1786.
Este ancestro nuestro adquirió muchas
tierras en PARAGUANÁ. Llegó a ser dueño de toda la costa sur de Paraguaná,
desde Punta Cardón hacia el este (istmo). En El Cayude, se puede visitar la
casa que construyó. Una de sus hijas, MARIA
NICOLASA ARCAYA PEREZ DE MEDINA, contraerá matrimonio con FRANCISCO MIGUEL DE LA MADRIZ Y DE LA COLINA , y tendrán,
entre otros hijos, a JOSE JACINTO DE LA MADRIZ ARCAYA. Este
último, como ya se ha reseñado, se casará con ANA MARIA COSSI DE BRETT, y
procrearán, entre otros, a nuestra
tatarabuela, NICOLASA DE LA MADRIZ COSSI.
La importancia social y política de los ARCAYA, no solo en Coro sino en toda la
provincia, lo atestigua, además el hecho de que ostentaron los cargos políticos
más importantes, los enlaces matrimoniales de miembros de la familia. Ejemplo
de ello es que una prima hermana de nuestro segundo tatarabuelo JOSE JACINTO DE LA MADRIZ A., DOÑA JOSEFA
MARÍA DE ARCAYA y TALAVERA contrajo matrimonio en 1813 con Don BERNARDO MIJARES Y MANCEBO, hijo
del Capitán General de VENEZUELA del
mismo nombre. Esta circunstancia
ligó a la familia a la causa realista (P.
M. ARCAYA dixit). Incluso, cuando las fuerzas patriotas tomaron a Coro,
nuestros terceros tatarabuelos FRANCISCO
MIGUEL DE LA MADRIZ
y su esposa MARÍA NICOLASA ARCAYA se vieron obligados a emigrar a Curazao
en 1825 y sus bienes fueron secuestrados. Desconocemos si posteriormente
volvieron a establecerse en VENEZUELA;
lo cierto es que en 1866, siendo Presidente de la República , JUAN CRISÓSTOMO FALCÓN le compra a FRANCISCO DE LA MADRIZ
ARCAYA , hijo de aquel matrimonio y hermano de JOSÉ JACINTO, la posesión de Acaboa. Una nota curiosa que
reafirma lo señalado sobre la relevancia de la familia ARCAYA en la
Colonia es la jerarquía de los sacerdotes que bautizaban a
sus vástagos. La partida de bautismo de MARÍA
NICOLASA ANTONIA, ya mencionada, dice lo que sigue: “Yo, Don Francisco Javier de Atienza, Maestro en Filosofía, Doctor en
Sagrada Teología, Examinador Sinodal de todo el Obispado de la Isla Española de
Santo Domingo, Primado de las Indias y del Obispado de San Juan de Puerto Rico
y sus provincias, Calificador y Revisor de los libros del Santo Tribunal de la Inquisición de
Cartagena, Capellán por Su Majestad del Hospital Real de San Juan Rafael de
esta ciudad y Cura Rector Interino de esta Santa Iglesia Parroquial baptizé
solemnemente, pusé óleo y crisma y dí bendiciones, según el ritual Romano a
María Nicolasa Antonia, hija legítima del Alcalde de la Santa hermandad Don Ignacio
de Arcaya…”. Como se ve, no se trataba de un sencillo fraile de pueblo.